Desde tempranas horas de la mañana, la Plaza de Armas se convirtió en un escenario lleno de alegría y magia, gracias a la extraordinaria iniciativa de la Municipalidad Provincial de Abancay (MPA). En un gesto que destila generosidad y compromiso, el alcalde Raúl Peña y los funcionarios de la Municipalidad unieron esfuerzos para organizar una inolvidable jornada de amor y solidaridad.
En un ambiente festivo que abrazó la ciudad, la comunidad abanquina se congregó para disfrutar de la Gran Chocolatada, un evento familiar que marcó el corazón de abuelitos, padres y, sobre todo, de los niños, quienes vivieron momentos llenos de emoción y diversión. La Plaza de Armas se convirtió en el epicentro de un compartir que trasciende lo material para regalarnos la magia de la unión y la felicidad.
El protagonista indiscutible de la jornada fue el Payaso Chicorita, quien con su encanto y carisma desató risas y sonrisas en cada rincón. Los pequeños, con ojos brillantes, se sumergieron en un espectáculo cautivador que les hizo olvidar por un instante las preocupaciones cotidianas y les regaló la ilusión propia de la temporada navideña.
Mientras la risa se esparcía por la Plaza, el cálido aroma del chocolate caliente invadía el lugar, deleitando los sentidos de los asistentes. La distribución de esta deliciosa bebida fue un gesto que reconoció la importancia de compartir no solo momentos especiales, sino también sabores que nos unen como comunidad. Pero la generosidad no se detuvo ahí. Con gran entusiasmo y dedicación, se llevó a cabo la entrega de juguetes para todos los niños presentes, consolidando así el compromiso de la MPA y sus funcionarios de construir un futuro lleno de esperanza y sueños para las nuevas generaciones.
La Gran Chocolatada y Entrega de Juguetes organizada por la MPA se constituye como un brillante ejemplo de cómo la unión y la solidaridad pueden transformar una jornada común en una experiencia extraordinaria. Que esta celebración navideña sirva como inspiración para seguir construyendo un Abancay más fuerte, unido y lleno de esperanza.
Abancay… ¡Ciudad alegre, hermosa y productiva!
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