




1. Estar autorizado para el cobro de la pensión no contributiva, ser cuidador principal de las personas con discapacidad severa.
2. Tener entre 18 y 65 años.
3. Residir en el mismo hogar de la persona con discapacidad severa, conforme al registro del Padrón General de Hogares (PGH).
4. Suscribir un compromiso de participación durante toda la duración del programa de formación.

1. Certificación oficial a nombre de una universidad pública o privada reconocida.
2. Capacitación especializada que fortalece los saberes prácticos y teóricos en el cuidado de personas con discapacidad severa.
3. Consolidación del rol del cuidador como agente clave en la promoción y defensa de los derechos de las personas con discapacidad.


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