Abancay hermosa,
joya suspendida entre el cielo y la tierra,
tu historia fluye como cascada de luz y esperanza.
Entre montañas que abrazan el sol
se alza la heroína perfecta: Micaela Bastidas,
espíritu valiente, eterno y florecido.
Saywite del Inca, memoria sagrada,
guarda en cada trazo, figura y relieve
el eco de tu pasado glorioso.
Tu bella catedral se yergue luminosa,
inspirando la fe y la fuerza de tu gente.
Tu Pachachaca es un canto de libertad,
donde los pasos del ayer
se confunden con los de hoy.
Y en medio de todo,
la flor de la bella abanquina vuelve a florecer,
perfumando los días con la dulzura del trabajo
y la alegría de tu pueblo.
¡Feliz 151° aniversario, Abancay, ciudad alegre y hermosa, donde la vida sigue cantando como un río que nunca se detiene!
