Abancay, antiguamente nombrada como Villa de Santiago de los Reyes por los antiguos españoles, se erige con orgullo como la capital de la Región Apurímac. Situada a 2,377 m.s.n.m, en la vertiente oriental andina del suroeste peruano, esta tierra nos recibe con los brazos abiertos y un nombre que nos conecta a su herencia quechua: ‘Amankay,’ que significa Azucena.
Nuestra historia nos habla de los tiempos del Imperio Incaico, cuando Abancay marcaba el límite entre los Incas y los Chankas, y el río Pachachaca era el umbral de influencia. La época colonial también dejó su huella, convirtiéndolo en un punto clave de tránsito de mercancías entre las ciudades costeras y la sierra sur.
Un capítulo esencial en nuestros anales históricos es la valiente rebelión liderada por Micaela Bastidas, cuyo espíritu y lucha resonaron en todo el continente americano en 1781, cuando, junto a su esposo Túpac Amaru II, desafiaron el dominio español.
Abancay fue parte del departamento del Cusco hasta la creación del departamento de Apurímac en 1873. El 03 de noviembre de 1874, fue elevada de Villa a Ciudad, y considerada capital del departamento de Apurímac.
Desde entonces, el alma de nuestra ciudad se vio enriquecida con la diversidad cultural que trajeron consigo las familias inmigrantes. Sus influencias son evidentes en nuestra rica tradición y la deliciosa comida típica que nos regala sabores como los tallarines caseros, helados y panes.
Nuestra querida Abancay, ahora considerada la tierra del carnaval más alegre del Perú, celebra con gran júbilo este 03 de noviembre su 149° Aniversario de elevación de villa a ciudad, e invita a disfrutar de eventos festivos, desfiles y actividades culturales que realzan nuestra rica herencia histórica.
Abancay, Ciudad Alegre y Hermosa.